La verdad es que, no siempre hablamos el mismo «idioma» cuando se trata de expresar y recibir amor. Fue el escritor estadounidense Gary Chapman quien, a través su experiencia como consejero matrimonial, popularizó esta idea tan sencilla como profunda: las personas nos expresamos y percibimos el amor a través los 5 lenguajes del amor.
Su teoría, presentada en su libro “Los cinco lenguajes del amor” (Chapman, 2009), ha sido una importante forma de clasificar cómo las personas perciben y expresan el amor. Entender los 5 lenguajes del amor, tanto el tuyo propio como el de las personas más importantes en tu vida, puede ser la llave para transformar radicalmente tus vínculos, llenándolos de una comprensión mutua, una conexión auténtica y una satisfacción emocional que antes quizás te parecían inalcanzables. Si quieres conocer cada uno de ellos, ¡te los explicamos!
Chapman (2009) nos explica que hay cinco maneras fundamentales de procesar y recibir amor, cada una con sus particularidades:
Los 5 lenguajes del amor
Palabras de afirmación
Este lenguaje se centra en la expresión verbal del amor y el aprecio. No se trata de cumplidos vacíos, sino de afirmaciones sinceras, específicas y auténticas que reconocen el valor del otro, sus cualidades, sus esfuerzos y el impacto positivo que tiene en tu vida. Incluye palabras de aprecio, aliento, reconocimiento, gratitud y todas las formas de cariño verbal.
Por ejemplo, se considera palabras de afirmación decir a alguien que quieres: «¡Qué bien te queda esa camisa, resalta tus ojos!», «Valoro muchísimo el esfuerzo que pusiste en este proyecto, sé lo importante que era para ti», o un simple «Te quiero mucho».
Actos de servicio
Para quienes hablan este lenguaje, el amor se demuestra a través de acciones concretas, útiles y desinteresadas que benefician al otro. Son gestos que implican esfuerzo, tiempo y energía, y que tienen como objetivo hacer la vida de la persona amada más fácil, cómoda o feliz.
Por ejemplo, actos de servicio pueden ser: preparar el desayuno, lavar los platos sin que te lo pidan, llevar el coche al taller, o ayudar con un proyecto difícil. La clave es hacerlo de manera proactiva, anticipando una necesidad o una carga, sin ser solicitado ni esperar recompensa inmediata.
Recibir regalos
Este lenguaje se centra en el acto de dar y recibir obsequios como una expresión tangible del amor y el afecto. Es crucial entender que no se trata del valor monetario del regalo, sino del significado que encierra, el pensamiento y el esfuerzo que se dedicaron a elegir algo que sabes que les gustará.
Puede ser tan sencillo como una flor recogida del campo, un pequeño imán traído de un viaje, un libro que sabes que le encantaría, o una entrada para un concierto. La presencia física del regalo es lo que le llena porque es una representación visible del cariño.
Tiempo de calidad
Este lenguaje se basa en dar a la otra persona tu atención plena. No se trata de simplemente «estar cerca», sino de estar verdaderamente presente, sin distracciones. Implica conversaciones significativas, compartir actividades con presencia y escucharse activamente.
Ejemplos de tiempo de calidad son: salir a caminar y charlar sin prisas, cenar juntos sin móviles, tener una conversación profunda mirándose a los ojos o pasar una tarde haciendo un hobby en común.
Contacto físico
Para las personas cuyo lenguaje principal es el contacto físico, el amor se comunica y se recibe a través del tacto. Es una forma directa y primaria de expresar afecto, seguridad, consuelo y conexión.
Un abrazo cálido al reencontrarse, tomarse de la mano mientras pasean, una caricia suave en el brazo, un beso en la frente, un masaje en los hombros, o simplemente sentarse cerca uno del otro en el sofá. La presencia física y el contacto les hacen sentir seguros, deseados y amados.
¿Cómo nos ayuda conocer los 5 lenguajes del amor?
Entender y, lo que es más importante, aplicar los 5 lenguajes del amor nos ayuda a poner palabras a las formas en que nosotros mismos y los demás esperamos percibir el amor de nuestra pareja, amigos o hijos. Cuando le hablas a tu pareja (o a cualquier persona importante) en su idioma principal, el amor fluye de forma natural, sin fricciones ni malentendidos. Es como cambiar de una conversación donde se usa un traductor automático lleno de errores a una comunicación fluida y auténtica.
Los beneficios de esta comprensión son inmensos y se extienden mucho más allá de la relación de pareja:
Mejora de la comunicación
Cuando sabes cómo tu pareja interpreta el amor, puedes expresarlo de una forma que sea realmente recibida y valorada. Se reduce la frustración de «dar» amor de una manera que el otro no «entiende», y se pone en palabras cómo espera cada persona recibir el amor.
Aumento de la conexión emocional y la intimidad
Sentirse verdaderamente amado y comprendido en un nivel profundo es una experiencia que fortalece el vínculo emocional y la intimidad en todas sus formas. La sensación de ser «visto» y «aceptado» tal como uno es, es profundamente gratificante y genera seguridad.
Reducción de conflictos y malentendidos
Muchas discusiones, rencores y frustraciones en las relaciones surgen de necesidades de amor no satisfechas o de demostraciones de amor malinterpretadas. Al conocer «qué lenguaje habla cada uno», se previenen estas carencias y las tensiones disminuyen, abriendo paso a un espacio de mayor armonía y comprensión.
🤍 Si estás atravesando una etapa de desconexión o te sientes poco valorado/a en tu relación, te invitamos a leer este artículo sobre insatisfacción en la relación de pareja, donde exploramos en profundidad las causas más comunes y cómo abordarlas desde la Psicología.
Mayor empatía y aprecio mutuo
El proceso de descubrir y practicar el lenguaje del otro te obliga a ponerte en sus zapatos, a ver el mundo (y el amor) desde su perspectiva. Esto fomenta una empatía profunda y un mayor aprecio no solo por sus necesidades, sino también por cómo ellos, a su manera, intentan demostrarte su amor, incluso si no es en tu lenguaje principal.
Relaciones más satisfactorias y duraderas
Una relación donde ambos se sienten amados en su propio idioma es una relación donde el «tanque de amor» se mantiene lleno. Esto conduce a una mayor satisfacción, felicidad, seguridad y, lo más importante, una mayor resiliencia para afrontar los inevitables desafíos que surgen a lo largo del tiempo.
Aprender los 5 lenguajes del amor no es una tarea de una sola vez, sino una inversión constante en tus relaciones más importantes, un compromiso continuo con la comprensión, la empatía y la conexión auténtica que puede enriquecer tu vida de maneras incalculables.
Bibliografía sobre los 5 lenguajes del amor
Chapman, G. (2009). Los cinco lenguajes del amor. LifeWay.
Autora:
Rebeca Gómez Rodriguez
Psicóloga y estudiante de Máster de Psicología General Sanitaria en Universidad Internacional de Valencia (VIU)
Alumna de prácticas en Enlaza Psicología