El mindfulness ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en su aplicación dentro de la psicoterapia. Sin embargo, a pesar de sus beneficios comprobados (Goldberg et al., 2018; Hofmann & Gómez, 2017), persisten muchos mitos y malentendidos que pueden generar dudas o confusión sobre lo que realmente es y cómo funciona en un contexto terapéutico. En este artículo, vamos a abordar algunos de los mitos más comunes sobre la terapia psicológica de mindfulness y aclarar lo que realmente implica.
Mitos Mindfulness 1: «El Mindfulness es solo relajación o meditación»
Uno de los malentendidos más frecuentes es pensar que el mindfulness es simplemente una técnica de relajación o un tipo de meditación. Si bien la práctica de mindfulness puede generar una sensación de calma, no se trata solo de relajarse.
La terapia basada en mindfulness, como la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) o la Reducción de Estrés Basada en Mindfulness (MBSR), tiene un enfoque mucho más profundo. Estas terapias integran el mindfulness como una herramienta para aumentar la conciencia sobre los pensamientos, emociones y sensaciones corporales, y ayudan a las personas a cambiar su relación con el estrés, la ansiedad y la depresión. El objetivo es observar esos pensamientos y emociones sin juicio, no necesariamente eliminarlos o relajarse (Hofmann & Gómez, 2017).
Recuerda: El mindfulness no es solo relajación. Es una práctica para desarrollar la conciencia plena y aprender a responder a la vida desde un lugar más consciente, en lugar de reaccionar automáticamente.
Mitos Mindfulness 2: «El Mindfulness es solo para espirituales o personas zen«
Es común pensar que el mindfulness es una práctica destinada únicamente a quienes siguen filosofías orientales o están interesados en la espiritualidad. Sin embargo, en el contexto psicológico, el mindfulness ha sido adaptado y respaldado científicamente para tratar una variedad de problemas de salud mental, sin ningún componente religioso o espiritual obligatorio (Crane et al., 2017).
El mindfulness en la terapia es accesible para cualquiera, independientemente de su trasfondo espiritual o religioso. Está basado en prácticas neutrales y validadas por la investigación, que se centran en la atención plena y el manejo de los síntomas de estrés, ansiedad, depresión y otros problemas emocionales. No necesitas ser «zen» para beneficiarte de la terapia de mindfulness (Crane et al., 2017).
Recuerda: Cualquiera puede practicar mindfulness y aprovechar sus beneficios. No es necesario tener una inclinación espiritual, ya que su enfoque en la psicoterapia es científico y práctico.
Mitos Mindfulness 3: «El Mindfulness es evitar los problemas»
Algunas personas creen que practicar mindfulness es una forma de huir o evitar enfrentar los problemas reales. Este es uno de los mitos más dañinos, ya que el mindfulness no trata de escapar, sino de acercarse a las experiencias de la vida con conciencia (Crane et al., 2017).
En lugar de evitar los problemas, el mindfulness te enseña a estar presente incluso en situaciones difíciles, a reconocer los pensamientos y emociones incómodos sin quedar atrapado en ellos. Esto permite que las personas gestionen sus problemas de manera más efectiva, sin reaccionar de manera automática o destructiva (Crane et al., 2017).
Recuerda: Lejos de evitar los problemas, el mindfulness enseña a enfrentar la vida con mayor claridad y aceptación, brindando herramientas para tomar decisiones más conscientes.
Mitos Mindfulness 4: «El Mindfulness es sólo para sentirse bien»
Otro mito muy extendido es creer que el mindfulness está diseñado únicamente para que te sientas bien o para eliminar emociones negativas. Si bien la práctica puede reducir el estrés y mejorar el bienestar general, no se trata solo de sentirte bien todo el tiempo.
El mindfulness es una herramienta para desarrollar la conciencia y la aceptación de toda la gama de experiencias humanas, incluidas las incómodas. Aprender a estar presente con el dolor, la tristeza o la ansiedad, en lugar de evitarlas o suprimirlas, es una de las mayores fortalezas del mindfulness. En la terapia, esto permite que las personas desarrollen una mayor resiliencia emocional (Crane et al., 2017).
Recuerda: El mindfulness no es solo para generar placer. Es una práctica para estar presente tanto en las experiencias agradables como en las difíciles, ayudando a manejar mejor los desafíos emocionales.
Mitos Mindfulness 5: «Practicar mindfulness es fácil«
Puede parecer que el mindfulness es simplemente «prestar atención» y, por lo tanto, algo que cualquiera puede hacer fácilmente. La realidad es que el mindfulness es simple, pero no necesariamente fácil. Prestar atención plena al momento presente puede ser desafiante, especialmente cuando nuestra mente tiende a distraerse con pensamientos, preocupaciones o juicios.
Además, como cualquier habilidad nueva, el mindfulness requiere práctica. Las personas que están en terapia basada en mindfulness aprenden técnicas y ejercicios que les ayudan a desarrollar esta habilidad con el tiempo, y los resultados no son inmediatos. Se necesita paciencia y compromiso (Crane et al., 2017).
Recuerda: El mindfulness no es una habilidad que se domine de inmediato. Requiere práctica constante para entrenar la mente a estar más presente y consciente.
Mitos Mindfulness 6: «El mindfulness es solo para problemas menores, no para problemas graves»
Algunas personas creen que el mindfulness solo puede ser útil para manejar el nivel de estrés o mejorar el bienestar general, pero no para tratar problemas de salud mental graves como la depresión, la ansiedad o el trauma. Este mito ha sido refutado por numerosos estudios científicos que demuestran que la terapia basada en mindfulness puede ser eficaz en el tratamiento de diversas psicopatologías (Goldberg et al., 2018; Hofmann & Gómez, 2017).
La Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT) ha sido reconocida como eficaz para prevenir la recaída en la depresión recurrente, y el mindfulness también ha demostrado ser beneficioso en la gestión del trastorno de ansiedad generalizada y en el manejo de algunos síntomas en casos de trastorno de estrés postraumático (TEPT) (Hofmann & Gómez, 2017; Niles et al., 2023).
Recuerda: El mindfulness no es solo para problemas leves. Es una herramienta con validez científica en la terapia psicológica para tratar trastornos de salud mental.
Conclusión: El Mindfulness es más de lo que imaginamos
Es fácil que los mitos y las ideas preconcebidas sobre el mindfulness distorsionen nuestra comprensión de esta herramienta terapéutica. En el contexto de la psicoterapia, el mindfulness no es una moda pasajera ni una solución mágica, sino una práctica respaldada por la ciencia que ayuda a las personas a vivir con más presencia y consciencia, gestionando mejor su salud mental y emocional. Además, es una de las terapias que más se utiliza en la terapia para la ansiedad y es una práctica que tiene excelentes resultados en la terapia online.
Si has tenido dudas o creencias erróneas sobre el mindfulness, espero que este artículo te haya dado una perspectiva más clara y realista de lo que puede ofrecer en el proceso terapéutico. ¡La próxima vez que pienses en mindfulness, recuerda que es mucho más que relajación, espiritualidad o evitar problemas! Es una herramienta poderosa para transformar cómo nos relacionamos con nuestra mente y nuestras emociones.
Bibliografía
Crane, R. S., Brewer, J., Feldman, C., Kabat-Zinn, J., Santorelli, S., Williams, J. M., & Kuyken, W. (2017). What defines mindfulness-based programs? The warp and the weft. Psychological Medicine, 47(6), 990–999. https://doi.org/10.1017/S0033291716003317
Goldberg, S. B., Tucker, R. P., Greene, P. A., Davidson, R. J., Wampold, B. E., Kearney, D. J., & Simpson, T. L. (2018). Mindfulness-based interventions for psychiatric disorders: A systematic review and meta-analysis. Clinical Psychology Review, 59, 52–60. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2017.10.011
Hofmann, S. G., & Gómez, A. F. (2017). Mindfulness-based interventions for anxiety and depression. Psychiatric Clinics of North America, 40(4), 739–749. https://doi.org/10.1016/j.psc.2017.08.008
Niles, B., Lang, A., & Olff, M. (2023). Complementary and integrative interventions for PTSD. European Journal of Psychotraumatology, 14(2), 2247888. https://doi.org/10.1080/20008066.2023.2247888
Autora:
Mónica Zafra García
Estudiante de Grado de Psicóloga en el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros (UCM)
Alumna de prácticas en Enlaza Psicología



