Definición de Mindfulness
Para comprender qué es el mindfulness, es esencial conocer su origen y significado. Se trata de prácticas con más de 2.500 años de antigüedad, originadas en las tradiciones contemplativas, especialmente dentro del budismo.
El término fue introducido en Occidente por Jon Kabat-Zinn, quien lo definió como «la toma de conciencia que emerge a través de poner atención deliberadamente, en el momento presente, y sin juzgar al despliegue de la experiencia momento a momento» (Kabat-Zinn, 2003).
En palabras del propio Kabat-Zinn (2003), el mindfulness consiste en observar conscientemente cuerpo y mente, permitiendo que nuestras experiencias se desplieguen de forma natural, aceptándolas tal como son. No implica rechazar ideas ni intentar controlarlas, sino dirigir la atención con intención. No se trata de alcanzar un estado especial, sino de permitirnos estar presentes con nuestras experiencias, momento tras momento.
Desde esta perspectiva, el mindfulness no busca modificar la intensidad o frecuencia de nuestras emociones. En cambio, propone modificar nuestra relación con ellas, permitiendo una respuesta más consciente en lugar de reactiva. Llevar conciencia a una situación estresante, en lugar de solo reaccionar a ella, puede ampliar las posibilidades de acción.
Según Lutz y colaboradores (2008), el entrenamiento en la atención focalizada en mindfulness incluye la capacidad de dirigir voluntariamente la atención hacia un objeto específico —como la respiración, una sensación corporal o un sonido— y sostenerla allí durante un periodo de tiempo, reconociendo con amabilidad cuándo la mente se distrae y redirigiéndola al foco original, sin juicio. Reevaluando la distracción, por ejemplo, reconociendo que “solo era un pensamiento”. Esta habilidad es fundamental para cultivar una mente más presente, estable y consciente.
Actitudes clave en la práctica de mindfulness
Durante nuestra práctica de mindfulness tenemos que tener en cuenta algunas actitudes clave para poder desarrollarlo, no son instrucciones, sino más bien «predisposiciones» a tener en cuenta:
No enjuiciar: Observar cómo constantemente etiquetamos nuestras experiencias y tratar de dejar esos juicios a un lado.
Mente de principiante: Acercarse a cada experiencia como si fuera la primera vez, con curiosidad y frescura.
Dejar pasar: Practicar el desapego, permitiendo que la experiencia surja y se desvanezca sin aferrarse.
Confianza: Desarrollar confianza en uno mismo y en la sabiduría que surge a través de la conciencia plena.
No luchar ni competir: Aceptar las cosas tal como son, sin intentar forzarlas ni cambiarlas.
Paciencia: Dar espacio y tiempo a que las cosas sucedan, sin forzarlas.
Aceptación: Ver las cosas como son, aunque no necesariamente nos agraden.
Qué NO es el Mindfulness
Para entender mejor qué es el mindfulness, también es útil aclarar lo que no es:
- No es relajación.
- No es una técnica de distracción.
- No busca detener los pensamientos.
- No es pensamiento positivo.
- No es evitar experiencias desagradables.
- No implica reprimir emociones.
- No se basa en la reestructuración cognitiva.
Muchos malentendidos provienen de ideas erróneas sobre la práctica. Si te interesa conocer más, puedes leer también sobre los mitos del mindfulness.
Salir del piloto automático
Otra forma de responder a la pregunta qué es el mindfulness es entender cómo nos ayuda a salir del piloto automático y vivir con mayor presencia.
La práctica del mindfulness invita a cultivar conciencia plena en las actividades cotidianas. Meditaciones formales como el escáner corporal, la alimentación consciente, caminar con atención plena o el yoga mindful permiten desarrollar un modo de estar más presente.
Con el tiempo, este entrenamiento continuo nos lleva de la distracción constante hacia una atención sostenida en el momento presente. Practicar mindfulness es, en esencia, entrenar la atención y la consciencia para vivir más conectados con el aquí y ahora. Supone romper con patrones automáticos y responder a la vida de manera más reflexiva y consciente.
¿Para qué problemas psicológicos puede ayudar el mindfulness?
Entender qué es el mindfulness también implica conocer sus beneficios terapéuticos. Esta práctica se ha convertido en una herramienta eficaz dentro de la psicología para abordar una variedad de trastornos y malestares emocionales. A través del entrenamiento en la atención plena, las personas aprenden a relacionarse de forma diferente con sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
Ansiedad
El mindfulness ayuda a reducir la rumiación, el miedo anticipatorio y la hiperactivación fisiológica asociada a la ansiedad. Al centrarse en el presente, disminuye el poder que los pensamientos ansiosos tienen sobre la persona.
Depresión
Diversos estudios han demostrado que el mindfulness puede reducir las recaídas en personas con depresión, especialmente cuando se combina con terapias como la MBCT (Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness). Promueve una mayor aceptación de los estados emocionales sin caer en patrones de evitación o sobreidentificación.
Estrés crónico
Una de las aplicaciones más comunes del mindfulness es el manejo del estrés. Al practicarlo regularmente, se desarrollan recursos internos para afrontar situaciones difíciles con mayor claridad, calma y flexibilidad mental.
Problemas de alimentación
El mindfulness aplicado a la alimentación (alimentación consciente) ayuda a reconocer señales internas de hambre y saciedad, reducir la alimentación emocional y mejorar la relación con la comida.
Dolor crónico
En personas que sufren dolor físico persistente, la práctica de mindfulness permite disminuir el sufrimiento asociado, al cambiar la manera en que se experimenta y se responde al dolor.
Adicciones y comportamientos compulsivos
El mindfulness no busca eliminar los impulsos directamente, sino modificar la relación con ellos. Al observar sin juzgar, se fomenta una respuesta consciente en lugar de automática, lo que resulta útil en procesos de deshabituación o autocontrol.
¿Quieres comenzar una terapia basada en mindfulness?
Si después de entender qué es el mindfulness sientes que esta práctica puede ayudarte en tu proceso personal, recuerda que no tienes por qué hacerlo solo. La terapia psicológica es un espacio seguro donde puedes aprender a incorporar el mindfulness de forma adaptada a tu historia, tus necesidades y tus objetivos.
Trabajar junto a un profesional te permitirá profundizar en tu autoconocimiento, gestionar mejor el estrés, la ansiedad u otras dificultades emocionales, y construir una relación más consciente contigo mismo y con tu entorno.
Si deseas ayuda en tu camino hacia una vida con mayor presencia y bienestar, no dudes en buscar terapia psicológica con nuestras psicólogas en Getafe.
Bibliografía
Kabat-Zinn, J. (2003). Mindfulness-based interventions in context: Past, present, and future. Clinical Psychology: Science and Practice, 10(2), 144–156.
Lutz, A., Slagter, H. A., Dunne, J. D., & Davidson, R. J. (2008). Attention regulation and monitoring in meditation. Trends in Cognitive Sciences, 12(4), 163–169.