Escalera de la autoestima: teoría y aplicación práctica

la escalera de la autoestima psicologos autoestima getafe online enlaza psicologia

La escalera de la autoestima es una teoría psicológica que nos ayuda a entender desde la metáfora cómo se construye y fortalece nuestra autoestima a lo largo de un proceso. Muchas personas acuden a terapia con problemas para valorarse positivamente, con sentimientos de «no ser suficiente» o con un diálogo interno marcado por la crítica destructiva. Esta teoría nos ofrece un enfoque claro, y paso a paso, para trabajar sobre los pilares fundamentales sobre los que se construye nuestra autoestima.

A diferencia de otras perspectivas que abordan la autoestima como un rasgo estático, la escalera de la autoestima propone una visión constructiva y dinámica. La autoestima no es algo con lo que se nace o no, sino una estructura que se construye de forma progresiva a lo largo del tiempo. Hoy queríamos traer este tema al blog ya que es un enfoque que utilizamos a menudo con los pacientes en consulta y que creemos que les ayuda muy bien a entender cómo mejorar en su autoestima.

¿Qué es la escalera de la autoestima?

La escalera de la autoestima fue propuesta por el psicólogo Mauro Rodríguez Estrada (1988). Se basa en la idea de que la autoestima se desarrolla a través de diferentes niveles o escalones que deben trabajarse de forma progresiva. Esta metáfora permite visualizar de forma sencilla cuáles son los elementos que influyen en nuestra autoestima y cómo se relacionan entre sí (Rodríguez, Pellicer y Domínguez, 1988).

Los seis escalones propuestos por esta teoría son:

1- Autoconocimiento: ¿Qué sé de mí? ¿Me conozco? ¿Qué siento? ¿Qué necesito?

2 – Autoconcepto: ¿Cómo me veo a mí mismo/a? ¿Qué imagen tengo de mí?

3 – Autoevaluación: ¿Esto que hago me suma o me resta? ¿Qué parte de mí estoy cuidando con esta elección… y qué parte estoy descuidando?

4 – Autoaceptación: ¿Me acepto a mí y a mis actos? ¿Acepto todas mis partes? ¿Hay aspectos de mí que rechazo o castigo?

5 – Autorrespeto: ¿Respeto quién soy? ¿Cómo me hablo? ¿Escucho lo que necesito sin invalidarme? ¿Escucho tus límites? ¿Me permito cuidarme?

6 – Autoestima: ¿Me aprecio y me quiero? ¿Me siento suficiente? ¿Me trato con el mismo cariño que doy a alguien que quiero?

Cada uno de estos niveles actúa como base para el siguiente. Por tanto, si uno de los escalones se ve debilitado, puede comprometer la estructura completa.

Escalón 1: Autoconocimiento como base de la escalera de la autoestima

El autoconocimiento es la capacidad de observarse, conocerse y comprenderse. Implica saber cuáles son tus emociones, motivaciones, valores, capacidades y limitaciones. Tal como plantea Branden (1994), conocerse a uno mismo es indispensable para cualquier proceso terapéutico. No se puede trabajar en nuestra autoestima si antes no aprendemos a observarnos con honestidad y apertura. Practicar el autoconocimiento implica tomarte un tiempo para explorar quién eres más allá de lo que los demás piensan de ti.

En terapia esta es también nuestra base para trabajar la autoestima, ayudar a la persona en primer lugar a conocerse a sí misma. Algunas personas tienen este punto más claro que otras, cada persona tiene unas circunstancias diferentes. Lo que sí os puedo asegurar es que de estas sesiones siempre salen temas que nos emocionan y que nos ayudan a ir conectando otras partes de la terapia.

Algunas de las herramientas terapéuticas que utilizamos son: diarios personales, herramientas proyectivas, cartas terapéuticas, reflexiones, …

Escalón 2: Autoconcepto y su impacto en la autoestima

El autoconcepto hace referencia a las creencias que tienes sobre ti mismo. Estas ideas se forman a partir de tus experiencias, tu historia de vida, los mensajes recibidos desde la infancia, y tu entorno. Si el autoconcepto está distorsionado o es negativo, afectará directamente a los niveles superiores de la escalera de la autoestima.

Por ejemplo, cuando creemos que somos «incapaces», «pocos valiosos», que no somos «suficiente», tendremos importantes problemas para evaluarnos positivamente a nosotros/as mismos/as o para aceptarnos. En terapia, a menudo trabajamos en revisar y actualizar estas creencias para alinearlas con la realidad presente. Exploramos de dónde proceden estas creencias y por qué las seguimos conservando. Trabajamos con ellas para que no nos impidan seguir avanzando.

Escalón 3: Autoevaluación y desarrollo de una autoestima consciente

La autoevaluación te permite distinguir qué aspectos de tu vida te aportan y cuáles te dañan. Se refiere a la capacidad humana de ir más allá de la satisfacción temporal o superficial, para saber qué es lo que verdaderamente nos satisface y nos ayuda a crecer. No se trata solo de juzgar lo que está “bien” o “mal”, sino de reconocer con claridad qué decisiones, acciones o relaciones te ayudan a crecer emocionalmente.

Esta capacidad está relacionada con el desarrollo del pensamiento crítico, una habilidad clave en la Inteligencia Emocional, según Goleman (1996). Personas con buena autoevaluación saben decir “esto me hace bien”, aunque no sea lo más fácil, y también saben poner freno a lo que les daña, aunque sea cómodo o conocido.

Por ello, la autoevaluación depende en gran medida del autoconocimiento y el autoconcepto que las personas tenemos de nosotras mismas. Las personas con bajos niveles de autoconocimiento les resulta muy difícil saber determinar qué es lo que realmente les agrada y enriquece. Por otro lado, alguien con un autoconcepto negativo puede tener dificultad para entender qué le duele en la vida.

Escalón 4: Autoaceptación e integración de nosotros/as mismos/as

La autoaceptación, dentro del recorrido de la escalera de la autoestima, no trata solo de tolerar lo que somos, sino de reconocer e integrar todas nuestras partes internas, incluso aquellas que a veces nos incomodan, nos duelen o rechazamos.

Para explicar cómo trabajamos este escalón en terapia, resulta interesante comentar el modelo IFS (Internal Family Systems). Desde este modelo se entiende que cada persona está compuesta por distintas “partes” o aspectos internos que tienen funciones concretas: algunas buscan protegernos, otras se activan en momentos de herida, y otras reflejan nuestras fortalezas. No se trata de vernos como un todo homogéneo, sino como un sistema interno diverso que busca equilibrio.

La autoaceptación aparece cuando dejamos de luchar contra esas partes “incómodas” o “no deseadas” y empezamos a mirarlas con curiosidad, respeto y compasión. Aceptar no significa aprobarlo todo, sino escuchar y comprender por qué cada parte existe y qué intentó hacer por nosotros en algún momento.

Aceptarnos a nosotros mismos implica conocer, comprender e integrar todas nuestras partes, sin excluir ni polarizarlas. Porque no somos solo nuestras virtudes ni tampoco nuestros errores: somos un sistema completo que puede armonizarse desde la presencia, no desde la exigencia. En terapia, esta integración se convierte en una de los elementos más profundos para el bienestar con uno mismo.

Escalón 5: Autorrespeto y autoestima saludable

El autorrespeto es una expresión profunda de autoestima. Implica reconocer nuestro valor, cuidar de nosotros mismo y sostener una relación interna basada en la dignidad. Pero también tiene una dimensión externa: respetarse es también saber comunicarse con el mundo desde un lugar firme y coherente.

En este punto, la asertividad tiene un papel fundamental. Comunicarnos de manera asertiva es poder expresar lo que sentimos, necesitamos o ènsamos de forma clara y respetuosa, sin agredir ni callarnos. Es una forma concreta y cotidiana de practicar el autorrespeto.

Muchas veces en terapia observamos que, cuando una persona no se siente válida por dentro, le cuesta mucho marcar límites o decir lo que realmente piensa. Por eso, trabajar este escalón incluye también aprender a proteger tu bienestar y tus valores en la relación con los demás. Si te cuesta poner límites, quizás este artículo sobre cómo establecer límites para proteger tu bienestar te pueda ayudar a reflexionar sobre ello.

Algunas formas prácticas de practicar el autorrespeto incluyen:

  • Decir “no” (aunque te sientas culpable)

  • Priorizar tu descanso, salud mental y necesidades

  • Escuchar lo que sientes sin invalidarte

  • Relacionarte con personas que te traten con respeto

  • Actuar de forma coherente con tus valores

Como en toda la escalera de la autoestima, este escalón se apoya en los anteriores. Es difícil respetarte si no te conoces, si te ves de forma distorsionada o si no te aceptas tal como eres. Por eso, el trabajo con el autorrespeto a menudo es una consecuencia natural del camino que venimos recorriendo.

Escalón 6: La autoestima como resultado de todo el proceso

La autoestima es la valoración global que haces de ti. Es el resultado de haber integrado todos los escalones anteriores: conocerte, aceptarte, evaluarte con claridad, respetarte y sostener una imagen coherente y compasiva de ti mismo.

Una buena autoestima no significa pensar que eres mejor que los demás. Significa sentirte capaz, digno y valioso, incluso cuando cometes errores. Según estudios recientes, una autoestima estable está asociada con mayor bienestar subjetivo, mejores relaciones y resiliencia frente a situaciones estresantes (Orth & Robins, 2014).

¿Cómo trabajamos la escalera de la autoestima en terapia?

En Enlaza Psicología trabajamos la autoestima desde la psicoterapia integradora. A lo largo de los años, hemos acompañado a muchas personas que llegaban sintiéndose desconectadas de sí mismas, con un diálogo interno muy crítico y con la sensación de no saber por dónde empezar. Y, en muchos de esos casos, la escalera de la autoestima ha sido una guía útil para ordenar el trabajo terapéutico y hacerlo más claro y comprensible.

Lo que solemos hacer es explorar juntos en qué escalón puede estar la dificultad. A veces el bloqueo está en el autoconocimiento: no saber qué necesito, qué me gusta, qué siento. Otras veces es un autoconcepto dañado por experiencias pasadas, o un autorrespeto que nunca se ha construido porque la persona ha vivido cuidando siempre de los demás, pero nunca de sí misma.

Utilizamos herramientas terapéuticas adaptadas a cada etapa: desde dinámicas de autoconocimiento, ejercicios de reestructuración cognitiva, trabajo con valores, hasta recursos para aprender a poner límites y desarrollar la autoaceptación desde un lugar compasivo. No hay un solo camino para trabajar la autoestima, porque cada proceso es único.

Sabemos que subir esta escalera no siempre es fácil, pero también sabemos que es posible. Y que acompañaros en ese proceso, paso a paso, es uno de los trabajos más bonitos que hacemos en consulta🤍

En Enlaza Psicología te acompañamos a subir tu escalera de la autoestima

Trabajar la autoestima no consiste en repetir frases bonitas frente al espejo, sino en construir una relación amable y comprometida contigo mismo/a, desde dentro hacia fuera. Es un proceso que implica conocerte, aceptarte, cuidarte y valorarte en todas tus dimensiones, paso a paso.

Por ello, en Enlaza Psicología te acompañamos a recorrer esa escalera desde un enfoque profundo, cercano y respetuoso, ayudándote a tomar conciencia de quién eres, reconectar con tu valor y tratarte con el mismo cariño que ofreces a los demás. Porque mereces sentirte en paz contigo mismo y con el mundo.

Si sientes que ha llegado el momento de hacerlo con acompañamiento profesional, puedes conocer más sobre cómo trabajamos en nuestra página de servicios sobre psicólogos especializados en autoestima en Getafe y online.

Bibliografía

  • Rodríguez, M., Pellicer, G. y Domínguez, M. (1988). Autoestima: Clave del éxito personal. Colombia: El Manual Moderno.
  • Branden, N. (1994). Los seis pilares de la autoestima. Barcelona: Paidós.
  • Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
  • Orth, U., y Robins, R. W. (2014). The development of self-esteem. Current Directions in Psychological Science, 23(5), 381–387.